Uno de los #efectos vocales que más me piden en clases es el MELISMA. Todavía no he tenido el primer alumno que me diga que no le interesa aprender a hacer melismas, hasta el momento todos llegan con la ilusión de que algún día lo podrán lograr… Pero, ¿por qué tanto empeño en este adorno vocal? ¿Por qué es tan deseado? ¿Qué lo hace tan especial?
Un #melisma (o en inglés: #Riffs&Runs) es una sucesión de notas que adornan o embellecen la melodía de una vocal o sílaba, se caracteriza por la velocidad y las notas que se usan, es como un arpegio en el piano o la guitarra, digamos que el melisma es el arpegio que hacemos con nuestra propia voz. Realmente se escucha hermoso cuando se hace bien hecho, aquel que hace melismas impresionantes demuestra no solo su #agilidad vocal sino también la habilidad que tiene para cantar notas que no son parte de la melodía de ese momento pero que sí son parte de la escala #musical donde se esté tocando la canción. Aquí te dejo unos ejemplos de algunos melismas que más me gustan: Tori Kelly, Bella Taylor Smith, Chandler Moore, Edward Rivera.
Hay personas que nacen con este talento de hacer melismas, hay otras personas (como yo, por ejemplo) que no nacen tan ágiles vocalmente, pero la buena noticia es que ¡la agilidad podemos desarrollarla! Yo, en el 2017 tomé la decisión de trabajar en mi agilidad vocal y en mi oído musical para poder hacer melismas como los grandes artistas, y aunque muchas veces me frustré, no me rendí y hoy me siento muy feliz con la agilidad que tengo y que sigo desarrollando.
Si tu eres como yo, que le cuesta hacer melismas pero tienes el deseo de poder lograrlo, aquí te dejo algunas cosas que necesitas saber antes de comenzar a practicar:
Los melismas son ornamentos vocales, es decir, son adornos y no la técnica vocal. Antes de comenzar a practicar la agilidad, es importante que tengas una buena técnica, así te será mucho más fácil hacer melismas.
Los melismas pueden tener diferentes dificultades: Algunos serán muy rápidos, otros tendrán notas que añaden tensión pero quedan muy bien, y otros son una mezcla de ambos. Aquí te dejo un ejemplo de cada uno: Rapidéz (min 1:17), Notas (min 0:36), Rapidez y notas (min 1:35).
Los melismas son una herramienta especial para ser usada de esa misma manera, especial. Evita cansar el oído del público o distraer de la esencia de la canción al hacer melismas cada 3 segundos. Lo simple también embellece.
Es importante contar con un Vocal Coach o Profesor de Canto para que te ayude en este proceso y te de todo el apoyo posible a lograr el objetivo de hacer buenos melismas.
¿Cómo puedes comenzar a practicarlo?
Con la ayuda de tu profesor de canto, realiza vocalizaciones/ejercicios específicos para desarrollar la agilidad vocal. Puedes usar este playlist que me ayudó muchísimo cuando comencé a trabajar en mis melismas.
Elige un melisma que te guste de algún #cantante, imita las notas que hace el cantante pero a una velocidad muy lenta, repite esas notas una y otra vez y poco a poco sube la velocidad hasta que logres hacerlo a tiempo con la canción original.
Si el melisma es muy largo, dividelo por partes, aprendete bien cada parte por separado (igualmente con una velocidad lenta), luego, une cada parte y ve subiendo la velocidad poco a poco.
Comienza a improvisar tus propios melismas, puedes usar las pistas/karaoke de tus canciones favoritas y simplemente comienza a “melismear”, en este punto de tu #práctica no hay buenos o malos melismas ¡arriesgate! ponte creativo/a y verás como poco a poco ganas confianza en tu voz y estarás haciendo melismas increíbles cuando debas cantar en vivo.
Sé constante, sé amable contigo mismo/a, ten paciencia, no es lograr la perfección sino progresar semana tras semana.
Por último, disfrutalo! Hacer melismas es super divertido y es algo que puedes seguir mejorando, no importa que tan bueno seas, siempre se puede ir más rápido y ser más habilidoso con las notas, así que… ¡A melismear!